¿CÓMO REDUCIR EL ESTRÉS EN LOS EQUIPOS DE TRABAJO?


Se calcula que aproximadamente el 75% de las personas suelen tener estrés laboral crónico, es decir, que son personas que están estresadas casi siempre pero que ni siquiera son conscientes de ello. Estos datos no sólo se quedan en una cuestión estadística, sino que además sabemos que el estrés amenaza con convertirse PRONTO en la primera causa de baja laboral.

Primero que nada, nos gustaría identificar la definición del estrés dentro del entorno laboral.

En la actualidad, existe un porcentaje significativo de profesionales que suelen ir al psicólogo por motivos de tipo psicosocial propios del lugar en la que laboran, así como también por problemas de salud, tanto a nivel físico como psíquico.

Uno de los rasgos que produce estrés proceden de las características organizacionales aquellas que son de muy diversa índole. Al existir un deterioro de la calidad de vida laboral en una organización, los niveles elevados de estrés pueden repercutir negativamente sobre las contribuciones que sus recursos humanos han de realizar para preservar ese estado saludable.

De esta forma, queremos dar hincapié que en todo trabajo existen diferentes tipos de factores que pueden llegar a afectar el entorno social y psicológica de los colaboradores, denominados como riesgos psicosociales dando referencia a aspectos de la concepción, organización y gestión del trabajo, así como de su contexto social y ambiental, que tienen la potencialidad de causar daños físicos, sociales o psicológicos en los trabajadores y que en los últimos años se están convirtiendo en uno de los principales problemas de salud laboral.

Ahora ya teniendo claro la realidad del tema, tocaremos el tema principal, ¿cómo podemos lograr la reducción del estrés en nuestro lugar de trabajo? Para que una organización sea saludable se debe ser capaz de mantener un contacto adecuado con su entorno y adaptarse a él, a su vez desarrollar y mantener la identidad como organización e infundir aquello a sus colaboradores, para potenciar y mantener la integridad interna, estrategias y expectativas de desarrollo definidas. Siendo de esta manera, damos de recomendación lo siguiente:

- Invertir el tiempo necesario en la gestión de equipos de trabajo, lo que incluye hacer una previsión de las necesidades futuras.

- Monitorizar la distribución de las cargas de trabajo, esto implicará una pulcra administración de las tareas.

- Establecer prioridades para transmitir claridad en los objetivos al resto de colaboradores.

- Fomentar el bienestar en los trabajadores, dando un descanso adecuado y cumpliendo los horarios asignados.

- Animar a llevar una alimentación sana y equilibrada y practicar deporte les ayudará a liberar tensiones, todo esto conseguirá que sean más productivos y se enfrenten a sus tareas con mayor motivación.

Por último, para finalizar la reseña, señalar que las propuestas de dichas actividades, para lograr efectividad, debe llevarse a cabo siguiendo la premisa de humanizar, a partir de una perspectiva global del problema que considere las consecuencias sociales, organizacionales e individuales.


Colaboradora E&K: Johana Valderrama Paredes

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