La proactividad es una competencia genérica que supone que debe estar
presente en todos los colaboradores que conforman una empresa; sin embargo,
suele estar más desarrollada en algunas personas debido a diversos factores:
como actitudinales o de personalidad. Esta competencia se relaciona a
resultados favorables o a un exitoso desempeño laboral, permitiendo a los
integrantes de cualquier organización adaptarse a cambios inesperados y a dar
el primer paso para hacer frente a la incertidumbre.
Sin duda alguna desarrollar y/o reforzar la proactividad en los equipos
de trabajo favorecerá al cumplimiento de los objetivos empresariales y al
desarrollo personal de cada persona.
Proactividad laboral:
Para Martha Alles, especialista en Recursos Humanos, nos comenta que la
proactividad es la capacidad para actuar con iniciativa
y pensar en acciones futuras con el propósito de crear oportunidades o evitar
problemas que no son evidentes para los demás. Implica que una persona se oriente
al cambio, mantenga una actitud de control y actúe de forma activa dentro de la
organización.
Recomendaciones
para reforzar tu proactividad:
§ Actúa de forma inmediata: Ante
situaciones complejas e inesperadas dentro de la empresa, lo mejor es tomar
acción y evitar bloquearse con pensamientos negativos.
§ Sé flexible: Un trabajador
proactivo no le tiene miedo a los retos o cambios, por el contrario, sabe
adaptarse con facilidad.
§ Conoce tus fortalezas y áreas de mejora: Antes de enfrentarte a lo desconocido, debes saber cuáles son tus
límites y cualidades que te permitirá actuar de manera responsable y exitosa.
§ Refuerza tu autoestima y seguridad:
Ser proactivo significa asumir los retos con actitud, y para ello, tu confianza
en ti mismo te impulsará a tomar las mejores decisiones.
§ Mantén tu motivación: Tomar
la iniciativa implica actuar de forma automotivada, y para ello, debemos
proponernos metas personales y laborales.
Colaborador
de Grupo E&K: Claudia Doig Romero.
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